Ciudad de México.
Por Sindy Campero
Las afectaciones provocadas por el fuego en Australia emiten señales de alerta para trabajar en soluciones que permitan contener los daños por incendios. México no está exento a los efectos del cambio climático, por lo que el Dr. Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo en entrevista que el problema es grave, sin embargo, se puede prevenir una tragedia con la participación de las autoridades y la sociedad.
Recordó que el año pasado, en el país se perdieron 200 mil hectáreas a causa del fuego, y la actividad humana altera el cambio climático y el cambio global, “No puedes tener mejor calidad de vida destruyendo el ambiente, en Sidney se vivió el máximo permitido de partículas suspendidas, 12 o 15 veces, o sea, 1 mil 500 veces más alto de lo que marcan los estándares internacionales”, expresó.
Para quienes han sufrido por causa de las quemas en Australia, será necesario implementar políticas que brinden apoyo médico y psicológico para paliar las consecuencias en el lugar donde nueve millones de hectáreas se perdieron, no hay árboles, fauna, cultivos, ni agua. De llegar la lluvia deslavará lo que haya a su paso por falta de vegetación y el sedimento causará erosión, algo que acabará en los cuerpos de agua y las presas se azolvarán
La nueva Norma es atender los impactos de los cambios en el planeta, ya que la realidad está superando los escenarios previstos por los investigadores hace más de una década. La respuesta a los embates tiene que ser estudiada y directa, con personal calificado para actuar en caso de una emergencia. En México, el sexenio pasado se contaba con 30 mil bomberos y apagafuegos entrenados en comunidades rurales para combate a los incendios, hoy el número va en descenso, sin embargo, es importante la suma de esfuerzos para colaborar y evitar una catástrofe irreversible.
“Es imperativo que haya una política nacional ambiental establecida y definida, con los objetivos y las métricas para analizar la efectividad de los programas. Por ejemplo, una Política Nacional de Cero Deforestaciones y tratar que no haya una sola hectárea de selva o bosque deforestada, es algo que se puede medir”, añadió el Dr. Ceballos.
Luego de explicar que Australia ha evolucionado con el fuego y que la adaptabilidad de sus ecosistemas había logrado prevalecer por miles de años, la magnitud de los recientes incendios rebasó su capacidad. De acuerdo a la base de datos de la iniciativa Stop Extinction de la Universidad de Stanford, en aquel país se desarrollaron más de 2 mil 300 especies de vertebrados, y por cada una de estas especies hay miles de invertebrados, pérdidas de vida incalculables, más aún, cuando se trata de especies endémicas en 90 % de su territorio, y que su desaparición afecta la biodiversidad biológica.
La solidaridad que muestre el pueblo mexicano a través de donaciones y envío de apoyo humano, representa fuerza para el futuro.