Por Fernando Castro Borges
El color en las manifestaciones artísticas de México ha estado presente, los tonos, tintes y matices son parte de nuestra vida, es identidad que unifica el centro con el sur, el oriente y poniente de esta Nación
El muralismo, es orgullo mexicano, hablar de Diego Rivera, de David Alfaro Siqueiros y de José Clemente Orozco es hablar de tres genios, que con su sensibilidad y crítica social asombraron a todo el mundo, engrandeciendo nuestra cultura con sus obras de arte.
Como sabemos este movimiento que surge durante la segunda década del siglo XX, fue un movimiento en donde los artistas que participaron en él, intentaron plasmar su visión sobre la identidad nacional y la situación social y política del país.
El muralismo se distinguió por tener un fin educativo, su ambición pretendía difundir parte de la cultura y vida mexicana a un público masivo, utilizando las paredes de los edificios públicos como lienzos monumentales, al alcance de todos. De ahí la importancia de este movimiento cultural, que ha trascendido para la grandeza y orgullo de nuestro acervo cultural.
Cien años después, sigue viva esta manifestación, existen artistas que continúan plasmando la visión social en grandes espacios arquitectónicos públicos, tal es el caso de la artista Ana Laura Hernández Burwell que ha utilizado las instalaciones de la Licenciatura de Comercio Exterior de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, para plasmar con gran sensibilidad la justicia, el amor a una entidad, así como la importancia que tiene la educación como motor del desarrollo social.
Esta artista nativa de Laredo desde pequeña encontró su vocación, el dibujar siempre le ha llenado de satisfacción y se ha enfrentado de constantemente con el deseo de aprender nuevas formas de crear arte. Su compromiso con la pintura es total, se ha preparado, estudió BFA Painting, Art History en University of Texas en San Antonio. En su obra tiene muy presente la cultura de la frontera norte, la inspira y la determina para que su trabajo trascienda como puente entre dos naciones que comparten una frontera viva.
No es solo una pintura más. Rescata con gran fuerza y vitalidad los tiempos que vivimos, inspira a seguir adelante con el compromiso adquirido de la preparación constante, es una obra hecha en épocas de la pandemia, Una obra que rescata el compromiso de los artistas muralistas por retratar la sociedad. Una pared que es orgullo de la UAT, por que rescata la grandeza del arte mexicano, Deseamos ver más paredes que reflejen a nuestra sociedad, que los estudiantes vean en ellas el sentido de pertenencia. El muralismo para nuestro país es un referente, que nos hace recordar de dónde venimos y nos sentencia hacia dónde vamos.