Naucalpan, Estado de México
En una misa oficiada en la capilla abierta de San Miguel Arcángel en la Basílica de los Remedios por el Arzobispo de Tlalnepantla, Monseñor José Antonio Fernández Hurtado y ante seminaristas, religiosas y la presencia de cientos de feligreses, varios sacerdotes de diferentes parroquias celebraron sus primeros 25 años de haberse ordenado como representantes de la Iglesia Católica.
“Hoy queremos darle las gracias a Dios por este don, que hace 25 años recibieron el 6 de enero del 2 mil aquí en este lugar y aquí están algunos de los que recibieron la ordenación sacerdotal, el Padre Ignacio Arroyo Vargas, el padre José Alfredo Cruz, el padre Ranulfo Muñoz Martínez, el Padre Ángel Nieto González y el Padre Gustavo Montoya Reyes”.
Con aplausos y de pie, las personas reconocieron la labor y la dedicación a su comunidad de los sacerdotes festejados.
En la homilía, Monseñor José Antonio Fernández destacó la vocación por el sacerdocio de los Padres en su 25 aniversario.
“Y fueron ordenados porque el Señor Jesús quiso. No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los he destinado para que den fruto y frutos en abundancia. Hoy es un día propicio para pensar Padres y agradecer por la historia de su vocación. Estoy seguro que ninguna de sus vocaciones de ustedes ha sido igual pero el Señor los ha llamado. Es un día para agradecer a su familia, a todos los que fue formación inicial, la vida en el seminario, con sus formadores, con los colaboradores, bienhechores y personas que encontraron en su apostolado que les ayudaron para discernir su vocación y el camino que Dios quería para ustedes“.
Durante la misa, el Arzobispo de Tlalnepantla agradeció a Dios y a la comunidad por estos 25 años de sacerdocio.
“El motivo esencial de esta celebración, es agradecer a Dios y al pueblo estos 25 años del ministerio sacerdotal, los destinos que han tenido, cuanta gente han encontrado en estos 25 años. Hoy como su pastor y amigo, quiero felicitarlos y animarlos a que nunca se sientan solos, y desearles que continúen dando mucho fruto, que sigan siendo fuertes para llevar a Dios a los hombres y mujeres y a las mujeres y hombres a Dios, que sean instrumentos del señor para colaborar en la construcción de su reino”.
Al final de la misa, los sacerdotes dirigieron un mensaje a la comunidad.
En su participación, el Padre Ignacio Arroyo Vargas aseguró que toda su vida será sacerdote porque ama a Jesús y le servirá siempre.
“A todos lados donde vamos los sacerdotes, van nuestros padres, nuestra familia, nuestra patria, nuestro honor. Jesús, queridos hermanos, es el mejor amigo que pueden llegar a conocer y yo lo conocí y lo amo y le quiero servir toda mi vida donde quiera que le sirva. El honor y la gloria es para Jesús, él nos escogió a nosotros para que fuéramos los que continuáramos su obra. Que Dios los bendiga”.
Posterior a la misa, los sacerdotes y el Arzobispo de Tlalnepantla compartieron el pan y la sal con los asistentes para celebrar esta fiesta religiosa en la casa del peregrino de la Basílica de los Remedios.