Por Fernando Castro Borges
La noticia ha dado en cuestión de minutos vuelta al mundo: El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy es condenado a prisión por la justica de ese país europeo. Ha sido encontrado y declarado culpable por corrupción y tráfico de influencias.
A pesar de que la condena es de tres años de prisión, solo tendrá que cumplir uno y lo hará en vigilancia domiciliaria; Esta decisión del aparato judicial francés es un golpe que daña sus aspiraciones políticas futuras.
Hasta el momento el expresidente francés no ha hecho declaraciones. El tribunal ha establecido que podrá cumplir la condena en detención domiciliaria bajo vigilancia electrónica.
Recordemos que Nicolas Paul Stéphane Sarközy de Nagy-Bocsa, ganó las elecciones de su país en 2012; su propuesta modernista se enfocaba a reformar las instituciones del Estado Franco. Estos ofrecimientos realizados se vieron truncados por la grave crisis financiera, que le impactaría profundamente, al año siguiente de su arribo como cabeza del gobierno francés.
Este político miembro del Partido “Les Républicains”, perseguía, en la actualidad, la idea de volver a tener la oportunidad de ser el presidente galo, al presentarse a elecciones el próximo año. Político temperamental y controversial; recordemos la expresión popular, del presente siglo, que recorre los pasillos de la arena política francesa: “Si hay caos, es Sarko”.
El Gobierno bajo su mando siempre se caracterizó de controversial; como ejemplo, recordemos que en el años 2009, el presidente Francés declaró que la celebración cultural: “El año de México en Francia” iba a ser dedicado a Florence Cassez; provocando que México cancelara su participación. La respuesta no se hizo esperar en voz de la Ministra de Relaciones Exteriores Michèle Alliot-Marie, que anunció el boicot de los destinos turísticos de nuestro país, provocando un incidente diplomático.
La condena dictada al expresidente de la República Francesa, hay que seguirlo de cerca, dudamos que sea el fin de sus aspiraciones políticas, este político de 66 años, seguirá siendo polémico. Sus seguidores aseguran que es una conspiración de jueces y fiscales en su contra.
Durante los próximos días volverá a enfrentarse a la justicia; e esta ocasión será juzgado por financiación ilegal en el “caso Bygmalion”, la firma de comunicación y eventos que en 2012 se encargaba de sus actos de campaña fracasada para la reelección en 2012, en la que conquistó al electorado el socialista François Hollande. Sarkozy de manera abrupta vuelve a ser titular en los medios globales, colocándolo en el centro de la vida pública francesa.