En algún lugar, algo increíble
está esperando a ser descubierto.
Carl Sagan
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimado lector, gracias. En este espacio he hablado bastamente sobre la estrategia en el área de comunicación que ha utilizado el gobierno de López Obrador, ha quedado de manifiesto que no les gusta la crítica, les molesta la investigación, de inmediato viene la desacreditación por parte del tabasqueño y repiten como mantra que fueron los del pasado, los neoliberales o que es una estrategia de la derecha para desestabilizar a la 4T.
Desde el año 2000 López Obrador comenzó con la estigmatización a los medios de comunicación, pero contrasta que fue quien más gasto tuvo para promover sus obras cuando era Jefe de Gobierno del DF, luego en el 2006 denunció un cerco informativo y una campaña sucia para impedir que no llegara a la Presidencia de la República, claro que existió, pero él la agudizó por convenir a sus intereses y a ese afán por martirizarse.
En la campaña del 2012 y del 2018 la cosa no cambió, pero cuando llegó al poder, se esperaba que fuera un presidente para todos, pero no, lo que sucedió fue que se radicalizó en su discurso separatista utilizando su instrumento favorito llamado la “mañanera”, el golpeteo ha sido sistemático a los medios de comunicación, a los periodistas, comunicadores y luchadores sociales que no le son afines.
Dice el presidente de Argentina Alberto Fernández que las conferencias matutinas de Andrés Manuel ya son míticas en el continente y tiene razón, inclusive deben ser objeto de investigación en las universidades. Hemos sido testigos de que ese ejercicio inédito nunca ha sido un diálogo circular como dice el “Pejelagarto”, basta regresar a los textos de teoría de la comunicación para entender lo anterior, sus componentes, su estrategia y como quisieran sujetar a medios y periodistas.
Cuando se esperaba que Cesar Yáñez, el incondicional de López, ocupara el cargo de director de Comunicación Social, el escándalo de su boda terminó por llevarlo a la congeladora, y así vino el nombramiento de Jesús Ramírez Cuevas, sus méritos son haber sido recomendado del desaparecido Carlos Monsiváis al inquilino de Palacio Nacional. Ellos entienden que controlar a los medios es tener la vigilancia de una parte importante del pueblo, no tener contrarios ante el vacío que ha dejado la oposición partidista, para ello construyeron sus medios y comunicadores.
Así al inicio de este gobierno hicieron su aparición youtubers, “reporteros” y blogueros que ocupan la primera fila en un afán de caricaturizar a los periodistas, cada día son menos los compañeros que pueden entrar y preguntar, ahí están los aplaudidores a los que les han generado sus canales, sus públicos, sus periódicos y nos muestran lo burdo que pueden ser.
La corrupción en los medios fue evidente por muchos años, ahí están los textos que lo consignan, figuras innombrables lo mismo que los pedestales para quienes reivindicaron el oficio, los que se vendieron y los que no, los que pueden hablar de ética y los que no tienen estatura moral, los aplaudidores y los que aplican el rigor periodístico.
Ahora se realiza la 4ta Semana de Periodismo de Hidalgo, donde un grupo de comunicadores afines a López, fueron invitados a hablar de periodismo, y que conste que nadie les puede regatear el éxito que tienen, si se mide en visitas, pero de eso a que sean pensadores y ÉTICOS, pues se quedan muy cortos, no se trata de insultar a diestra y siniestra, de defender al caudillo a costa de todo.
El trabajo es periodístico y tiene sus reglas, mientras que la ética es monolítica y no flexible. Pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
Como se parece López y Alberto Fernández, los mismos discursos, los mismos tonos, solo diferente acento.
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Hasta la próxima.