Ariel Juárez se olvidó de la pobreza franciscana y contrario al llamado de AMLO, cayó en las “garras del despilfarro”, al comprar un bolso de la neoliberal Louis Vuitton, con un valor superior a los dos mil 500 euros
Toluca, Estado de México
Contrario al discurso de pobreza franciscana que ha pregonado el presidente Andrés Manuel López Obrador y al que ha pedido que se sometan todos los integrantes de la mal llamada Cuarta Transformación, el diputado por el Distrito XIX, con sede en Cuautitlán y Tultepec, Mario Ariel Juárez Rodríguez, viste con bolsos masculinos que superan los dos mil 050 euros, es decir, los 51 mil pesos mexicanos, mientras los ciudadanos a los que representa no han recibido algún tipo de apoyo por parte del legislador de Morena.
En el inicio de las comparecencias por la glosa del Quinto Informe de Gobierno del Estado de México, el diputado local de Morena se presentó portando un bolso de la marca Louis Vuitton que, de acuerdo con el portal de la marca neoliberal, podría ascender a los dos mil 500 euros; es decir, por arriba de los 62 mil pesos.
Pese a que Ariel Juárez es uno de los legisladores de la bancada morenista que más ha presumido estar sujeto a los lineamientos de la transformación que impulsa López Obrador, en los hechos su discurso se encuentra rebasado, pues el diputado ha demostrado a lo largo de su trayectoria que le gusta vivir bien y sin austeridad, pues para muestra la casa que construyó, amplió y remodeló cuando fue presidente municipal de Cuautitlán, en el periodo 2018-2021, y con la que fue acusado de recibir una distribución especial del agua del municipio, mientras el resto del territorio permaneció con problemas de desabasto de agua hasta el fin de su mandato.
El pasado 28 de julio, el presidente Andrés Manuel López Obrador, su líder moral, anunció que el gobierno federal y el resto de los órdenes de gobierno, abandonarían la austeridad republicana para someterse a la pobreza franciscana, con el objetivo de lograr mayores ahorros en la administración, a través de una serie de medidas extremas y que ponen en riesgo la función, al tiempo en que pidió a los funcionarios públicos adoptar este modelo de vida. “abrocharse el cinturón y evitar caer “en las garras del despilfarro”, lo cual no sucedió con Ariel Juárez.