Valle de Bravo, Estado de México.
Llegada la celebración del Día de Muertos, el Festival de las Almas 2019 vistió las calles de este Pueblo Mágico de calaveras con la Caravana Catrineando, la cual reunió a más de 20 agrupaciones.
Ataviados como Catrinas y Catrines, niñas, niños, jóvenes y adultos caminaron por las principales calles de Valle de Bravo para mostrar sus propuestas de carros alegóricos y comparsas con la temática que rescata este encuentro cultural.
Así, con música en vivo, caballos, enormes figuras de cartón, pero sobre todo el ánimo de compartir esta tradición y su creatividad, cada grupo mostró al jurado el trabajo realizado para conmemorar esta celebración.
Cabe destacar que el jurado estuvo conformado por Thelma Morales, Coordinadora de Museos del Estado de México, Nieves Arias, Directora del Museo de Culturas Populares, y Héctor González Carranza, cronista de Valle de Bravo.
Además, hubo sesiones permanentes de maquillaje para el público que decidió unirse a esta festividad que, sin duda, fue un punto de reunión para las familias que comparten con los más pequeños de la casa, así como el origen de la Catrina.
Llegada la tarde, la Compañía de Teatro de la Universidad Autónoma del Estado de México, presentó la obra Fandango de los Muertos, creación considerada patrimonio intangible de la máxima casa de estudios y la cual, desde 1985, encanta al público.
Esta pieza es una amalgama de música, baile, literatura y teatro, que cuenta la historia de aquellos muertos que regresan al mundo a disfrutar de las ofrendas que sus vivos les colocan en las tumbas y por causa del alcohol se desencadena una serie de eventos chuscos y engorrosos que muestran solamente que los muertos la pasan muy bien, más, cuando son recordados.
Esta obra incluye calaveras políticas que tiene que ver con la situación actual, donde presentan y rescatan la tradición escrita de las calaveras que describen nuestra realidad humorísticamente.
El público que aguantó la lluvia con tal de no perderse esta obra se divirtió y participó recordando a sus difuntos, deseando, como lo pide “Doña Conmemoración” la vida eterna.