Destacan, entre sus atractivos turísticos y culturales, monumentos históricos como la Catedral de Corpus Christi
Tlalnepantla, Estado de México
Tlalnepantla cuenta con particularidades que lo convierten en un municipio único, que aporta identidad y riqueza cultural al territorio estatal. La Secretaría de Cultura y Turismo, a través de la Subsecretaría de Turismo, comparte un recuento de sus bellezas e importancia.
Tlalnepantla fue reconocido como uno de los 125 municipios integrantes del Estado libre e independiente de México el 11 de octubre de 1858; está al norte de la Ciudad de México y es conocido por ser uno de los más cosmopolitas de la región.
Su nombre, de origen náhuatl, significa “en medio de la tierra”, aludiendo a la antigua ubicación entre las tierras de los otomís y de los mexicas; mientras que Baz es en honor al revolucionario, Gobernador y Doctor Gustavo Baz Prada.
Es un municipio donde convergen armónicamente cuatro épocas: la prehispánica, la colonial, la porfiriana y la contemporánea, además tiene una infraestructura ideal para el turismo de reuniones.
Entre sus atractivos se encuentran monumentos históricos como la Catedral de Corpus Christi, en el corazón del municipio, y tiene más de 400 años de antigüedad, en ella yace un Cristo hecho de pasta de caña, considerado una joya del siglo XVI.
Un lugar para los amantes del arte es el Centro de la Cultura y las Artes “José Emilio Pacheco”, donde se ofrecen talleres y cursos, además de albergar galerías de arte de creadores locales, nacionales e internacionales. Destaca el Palacio municipal, el cual conserva su arquitectura modernista, y resguarda murales que narran la historia de México, realizadas por artistas del Grupo Cuña, como Julio Carrasco Betrón, y artistas plásticos de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Tlalnepantla tiene recursos arquitectónicos, como la Zona Arqueológica de Tenayuca I, en el que se encuentra un basamento piramidal y en él se rendía culto a las dos deidades principales Tláloc, Dios de la lluvia, y Huitzilopochtli, Dios de la guerra.
La zona arqueológica de Santa Cecilia Acatitlán, descubierta en 1922, formó parte de la cultura chichimeca y existen partes reconstruidas por el arqueólogo Pareyón, además, ahí se encuentra el Museo Doctor Eusebio Dávalos, que exponen piezas originales de las culturas mexica y teotihuacana y muebles originales de la época del Porfiriato.
Destaca también por sus haciendas como la llamada Mónica, del siglo XVI; una construcción de la orden de los monjes agustinos; y la Hacienda de San Pablo de Enmedio, que muestra la belleza de la época porfiriana.
Por otra parte, tiene centros de esparcimiento y diversión como el Parque Temático Minimundos que cuenta con réplicas en miniaturas de las obras más emblemáticas de las culturas de diferentes países, donde los visitantes pueden descubrir formas de vida, costumbres y tradiciones.
Por otra parte, para deleitar el paladar, los platillos más representativos del municipio son la barbacoa y las carnitas.