Naucalpan, Estado de México
El policía municipal José Abraham Aldeco Cosme, de 32 años de edad, fue despedido con aplausos y un homenaje de cuerpo presente realizado en el patio central del palacio municipal, con el que suman dos elementos de la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Movilidad Segura de Naucalpan fallecidos este año en cumplimiento de su deber.
“Policías como José Abraham salen para hacer frente a la delincuencia, pues tenemos claro en Naucalpan que la estrategia de abrazos y no balazos no ha dado resultados y, al contrario, nos ha arrebatado a un valioso compañero”, aseguró Pablo Francisco Rosas Olmos, director general de Seguridad Ciudadana y Movilidad Segura municipal.
Rosas Olmos hizo un llamado a la sociedad para recuperar el tejido social y el núcleo familiar, “pues hace unos meses un menor de edad le quitó la vida a otro de nuestros valiosos compañeros y ahora un masculino mayor de edad vulnera a nuestra sociedad”.
El pasado 7 de febrero el comandante César Hernández, de 46 años de edad, 18 de ellos al servicio de la policía de Naucalpan, murió durante un enfrentamiento con delincuentes en la colonia Valle Dorado; en tanto, el pasado 31 de marzo Aldeco Cosme fue lesionado en la colonia San Rafael Chamapa por un sujeto que le disparó en el cuello, y 13 días después falleció en un hospital.
Rubén Fernández Aceves, coordinador de Estrategia de Seguridad de Naucalpan y representante de la presidenta municipal, expresó que “detrás de cada uniforme de nuestra corporación hay un ser humano dedicado a su comunidad, dispuesto a darlo todo por el bienestar de Naucalpan”.
Añadió: “En momentos tan desafiantes como los que vive nuestro municipio su legado de integridad y sacrificio nos motiva a redoblar esfuerzos en nuestro compromiso con el combate a la criminalidad, durante casi dos años y medio nuestra policía ha trabajado para ordenar Naucalpan pues entendemos que el orden es el camino que nos llevara a recuperar la paz”.
El homenaje fue atestiguado por familiares de Aldeco Cosme, entre ellos su esposa y sus tres hijos, así como policías municipales, servidores públicos y población en general.
Rosas Olmos calificó de héroe a Aldeco Cosme y dijo que “servir a la comunidad, preservar la paz y el orden social es mucho más que vestir un uniforme, es una vocación de servicio que en su naturaleza misma es la más riesgosa y es llevada a cabo por hombres y mujeres entregados a su labor, en donde todos los días se despiden de sus familias sin saber si regresaran con los suyos”.