El estudio del universo
es un viaje al autodescubrimiento.
Carl Sagan
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimado lector, gracias. El gobierno de la 4T es únicamente señalador de las culpas del pasado y no ha cumplido con sanear al Ejecutivo, por el contrario, la corrupción únicamente cambio de nombres y rostros, pero sigue siendo la misma al amparo del poder como en el priismo, eso sí se abanderan y pregona el mismo presidente con su grupo de paleros que con él se terminó la corrupción.
Cuando Enrique Peña Nieto nombro a Virgilio Andrade al frente de la Función Pública y le ordenó investigar “la Casa Blanca” de Angélica Rivera esposa del mandatario, ya sabíamos en que iba a terminar esa minuciosa, profunda y despiadada investigación en la que iba a caer el que tuviera que caer, todos exonerado, no hubo castigo, aunque el 18 de junio del 2016 el mismo Peña refiriéndose al escándalo dijo: “ofrezco disculpas por el agravio que les ocasioné”.
Los casos de corrupción se multiplicaron, Peña y su banda de ladrones ocasionaron quebranto al país y convirtieron al PRI en una marca sinónimo de obscena corrupción, sus estigmas los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, la corrupción en Pemex de Emilio Lozoya, La “estafa maestra” de Rosario Robles, la casa de Malinalco de Luis Videgaray, los Duarte entre una lista que no alcanzarían las columnas de la semana para nombrarlos, pero en ningún caso se hizo justicia.
Ya entrada la campaña del 2018 y con el hartazgo ciudadano, López Obrador dijo que terminaría con la corrupción, que harían investigaciones para esclarecer y llevar a la justicia a los culpables, luego habló del juicio a los expresidentes, pero ya para el segundo debate, el Pejelagarto anunció lo que sería su amnistía, eso incluía un pacto de impunidad con Peña Nieto, ahí están las evidencias, fuera de Rosario Robles que está en prisión por un cargo menor, los otros gozan de impunidad.
Prácticamente nada cambio en el tema del combate a la corrupción, la salida de Irma Eréndira Sandoval de la SFP corresponde a un tema político y no por sus resultados, pues fueron ellos quienes descarrilaron al compadre del tabasqueño, Félix Salgado Macedonio, para que su hermano fuera el gobernador. Me cuentan en Palacio que eso lo leyeron como una traición y la relación entre ambos no terminó bien.
Irma Eréndira hizo las mismas funciones de Virgilio Andrade, hacer como que investigaban, pero todos salieron limpios, ahí está Manuel Bartlett y su hijo, al que algunos consideran un prócer de la democracia, Zoé Robledo y los contratos del IMSS con su familia, la riqueza de la misma Irma Eréndira y su esposo John Ackerman, la prima y el hermano del presidente, pero de eso no se habla en la SFP, no pasará nada, los del pasado siguen intocables y estos se agregan a la lista.
El despido de la ahora exsecretaria no fue con fanfarrias, había frialdad en el jefe que la defendió a capa y espada, caras largas que lo decían todo, su despido representa el fracaso de la cruzada nacional contra la corrupción emprendida por López Obrador, que según el mismo INEGI, tiene un aumento de 9%, entonces si no hay resultados en seguridad, somos 10 millones más de pobres, el empleo y la economía no repuntan. ¿Qué resultados entregan? ¿En qué son diferentes?
Se esfuman sus posibilidades políticas para el 2024, que me cuentan que las tenía, pero también se esfuma el sueño de opio de Ackerman de ser Rector de la UNAM… pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
¿Nueva clase media, adoctrinados?
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Hasta la próxima.