Los individuos influyentes tienen siempre
dificultad en digerir doctrinas que establecen
un poder capaz de poner coto a sus caprichos.
Thomas Hobbes
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimado lector, gracias. No hay ninguna duda de la intolerancia que tiene Andrés Manuel López Obrador hacia la prensa y quienes lo critican, se molesta, tuerce la boca, aprieta la quijada cada que ve las portadas de los periódicos, se irrita al escuchar a los comentaristas de la radio y cuando le pasan la información de los noticieros de televisión, por ello se construyó las conferencias mañaneras para tener un instrumento de propaganda, le apostó a las redes sociales que suponía un espacio libre con sus hordas de bots, hasta que se le voltearon y ahora son panistas, neoliberales, según él, lo intentan censurar como a su amigo Donald Trump.
Para cerrar la estrategia de propaganda se construyeron una fila de monstruitos de la comunicación creados por la mano de Jesús Ramírez Cuevas y secundados por Jenaro Villamil, con el objetivo de ser burdos francotiradores para acallar las voces críticas, juego al que también le entra el tabasqueño, señala, estigmatiza y sentencia. La semana pasada uno de estos personajes de la primera fila, ese que amenazó veladamente a Víctor Trujillo diciendo que en otros tiempos hubiera amanecido muerto con moscas en la boca, le preguntó a López Obrador ¿le gustaría haber sido periodista?
El presidente fiel a su costumbre contestó con referencias históricas, que por cierto ha utilizado en otras ocasiones como rutina aprendida, se refirió a la prensa de la época de la Revolución y le dedicó varios minutos a contestar. En ese momento que yo observaba la transmisión se me ocurrió que dadas las circunstancias que vivimos, pandemia, crisis, sin empleos, inseguridad y una lista de pendientes larga, la pregunta estaba mal planteada. Al inquilino de Palacio Nacional se le debió interrogar ¿le gustaría ser presidente?
Desde hace 25 meses que juró el cargo, López no se ha comportado como presidente para todos los mexicanos, no ha cumplido su palabra, con Peña estábamos muy mal, pero con López vamos peor, ahí están los números de la inseguridad y sus muertos, más de 60 mil. Mientras que la Guardia Nacional no ha entregado buenos resultados para México, eso sí se utiliza como extensión de la migra de EU.
La pandemia nos ha sobrepasado a todos, es una TRAGEDIA, así en mayúsculas, que desnuda la corrupción de la 4T, su incapacidad, las omisiones y el mal manejo político, que no científico, de Hugo López-Gatell, llevamos más de 140 mil muertos, los contagios no bajan, no hay camas y es un viacrucis para sepultar o cremar a un difunto y el gobierno le transfirió toda la responsabilidad a lo que llama “el pueblo bueno”.
Varios de los afines al régimen se desgarraron las vestiduras cuando se advirtió del uso político de la campaña de vacunación, se ofendieron y dijeron que no son iguales a los del pasado. Pues sabemos que se vacunarán a los Servidores de la Nación, esos que en el pasado fueron promotores del voto. Ya circulan pasquines inmundos de los morenos donde se puede leer que gracias a ellos no se va a quedar nadie sin vacuna, o… México primer lugar en vacunación, de verdad que no tienen vergüenza, ese es el ejemplo de López Obrador, el líder supremo de los superiores morales.
Y falta la lista de la corrupción que salpica al primer círculo del gabinete y lo que nos falta por conocer. Así que la pregunta es pertinente para López Obrador ¿Le gustaría ser presidente? La respuesta ya la sabemos, pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
Aumenta la presión y dichos que involucrarían a Omar García Harfuch en actividades ilícitas, quizás por eso López Obrador ni lo recibió, a pesar de la insistencia de Sheinbaum para instalarlo en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno Federal.
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Hasta la próxima.