Una victima de miles que sufren de violencia nos platica el calvario que vivió por parte de su esposo.
Ofelia explica como se atrevió a ser valiente para buscar ayuda y denunciar los abusos a los que fue sometida por quién decía amarla.
Toluca, Estado de México.
Por más de ocho años Ofelia, originaria del municipio de Almoloya de Juárez, padeció violencia física, psicológica y verbal por parte de su esposo, situación que no sólo le afectó a ella, sino también a sus cuatro hijos, que en repetidas ocasiones presenciaban las agresiones.
“A los 15 días de que me junté con él empezó como jugando a jalarme el cabello, a darme una cachetada, una patada, y yo lo veía como normal, decía, pues es un juego, después él me pedía perdón y yo caía”.
“Siempre me decía que yo era una inútil, que yo no servía para nada, que sin él yo nunca iba a salir adelante y sí, llegué al momento de creérmela”.
Sin embargo, sus hijos fueron quienes la motivaron para salirse de su casa y dejar de lado las faltas de respeto, celos y agresiones por las que pasaba, fue así como llegó al Centro de Justicia para las mujeres de Toluca. Ahí rindió su declaración y fue canalizada al refugio, donde recibió de manera inmediata una casa, ropa y apoyo psicológico para que pudiera salir adelante.
“Me recibieron muy bien, nos dieron ropa nueva, una casita, nos dijeron que nos podíamos bañar. Ahí en el refugio está una escuelita, nos daban talleres, computación, había repostería, nos daban bisutería corte y confección”, comentó Ofelia.
Cabe mencionar que el CEMyBS, organismo sectorizado a la Secretaría de Desarrollo Social, opera actualmente cinco Refugios y una Casa de Transición para salvaguardar la integridad de las mujeres, estos espacios son confidenciales, seguros, temporales y gratuitos las 24 horas los 365 días del año.
Luego de recibir ayuda en uno de los refugios que el Gobierno del Estado de México opera a través del Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social (CEMyBS), la vida de Ofelia cambió.
En lo que va de la actual administración, se han atendido a 762 mujeres con sus hijos dentro de estas instancias, que brindan hospedaje, alimentos, vestido y calzado, trabajo social, servicio jurídico, médico y psicológico.
Además de actividad escolar como clases de preescolar y multigrado, así como talleres productivos y ocupacionales, en los que se enseña bisutería, corte y confección, computación, repostería y estilismo.
Es así que durante cinco meses Ofelia recibió apoyo dentro de esta instancia. Actualmente trabaja en una clínica en el área de limpieza y en una pizzería, empleos que asegura la han ayudado a salir adelante, tanto de manera económica como personal.
“Me cambió la vida cuando salí porque volví a nacer, estoy muy agradecida con todos”, expresó.
Ahora, su objetivo es ser un ejemplo para sus hijos, ayudarlos a salir adelante y disfrutar su libertad. Asegura que no volverá con su pareja, pues cuenta con el apoyo del personal del Refugio y de su familia que la alienta todos los días.
“En el Refugio me enseñaron que no hay obstáculos que uno no pueda vencer, un día normal para mí es levantarme, abrazar a mis hijos, decirles cuánto los quiero y siempre me levanto y digo, a echarle ganas por que yo puedo y tengo que sacar a mis hijos adelante”, señaló.
Si vives o eres testigo de algún caso de violencia es necesario denunciarlo a la Línea sin violencia 01800-108-4053